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sábado, 16 de octubre de 2010

Final de el cuento : LOS DONGUIS

17:18 | Publicado por Mildred Del Pilar | | Editar entrada

La flor medía cinco centímetros mas o menos pero apartando las piedras desenterré unos dos metros de tallo blando que se perdía entre los cascotes como un cordón negro y liso; me di cuenta que el tallo no tenía fin y me quedé  pensativo  hasta que sentí  algo baboso que comprimía mi mano;me dio asco, me quede quieto, espantado, más cuando vi un DONGUI jamás antes visto , gigante ,que emergió  de en medio de la tierra húmeda , hizo que mis emociones se sobresaltaran  al  punto de convertir mis ojos en dos huevos fritos , mi piel tomo forma de mantequilla y sentía como mis piernas asentían al desmayo, mi bilis se descontrolo  y mi boca empezó a estar cercada de baba que salía de mi garganta y recorría mi barbilla con un olor desagradable por todos los sándwich de jamón que había comido sin lavarme la boca, el DONGUI me miró con su rostro indecible y exclamó  unas palabras inentendibles,me tomó  la otra mano, me alzó como una chichigua y sentí que mi cuerpo se consumía a la inexistencia , abrió su boca que tenía apariencia de un pozo ,pero no de agua, sino de baba, y me trago.
 No  me lo creía ¡¡estaba dentro del DONGUI!! y  pensé que DIOS me estaba castigando , que era mi final y que ahora iría al infierno, entré  en su inigualable estomago  , no veía nada ,solo podía sentir una piel putrefacta que rodeaba mi cuerpo junto con la  humedad, hediondez, peste, y todo esto  me daba mucho asco. Comencé a golpear tratando de salir , pero era inútil .Segundo tras segundo sentía como descendían sobre mí todo tipo de porquerías y  me dije: estoy más jodido que JONAS.
Mientras estaba en aquella inmensurable asquerosidad oía una voz chillona, como de una muchacha, cuanto deseaba no estar solo en aquel lugar. Hurgué  entre todas esas cochinadas de ese monstruoso cuerpo, hasta que encontré una muchacha, no podía ser, era esa muchacha, era COLETTE.
No  podía ser real ,ni aún en mi propio infierno podía librarme de esa polaca, de esa negrita, aquella menorcita indigna de confianza. De haber sabido que me encontraría con ella en el infierno hubiera sido un mejor cristiano. Se abalanzó  sobre mí, me beso por todas partes como loca, luego me abrazó  y tornó  a gritar:
COLETTE -¡Tenemos que salir de este monstruo! ¡Gracias a DIOS que te encontré mi amor!
YO  -Tranquilízate… vamos a patearlo, hasta que nos vomite o nos mate.
 Después de golpear, parece que DIOS me dio  otra oportunidad, el DONGUI nos pujó  como materia fecal por su ano gigante. COLETTE y yo caímos como el sesenta y nueve y sólo  puedo recordar las inmensurables e inolvidables palabras causantes de mi tristeza y de mi  locura actual que me dijo esa... ella, la que yo ya no quería , la inocente ,la menorcita, la negrita, la boluda amante del pasado que yo creía haber pasado , la cualquiera:
COLETTE-Estoy embarazada .Y es tuyo.
 En ese momento deseaba que me tragara el DONGUI, pero DIOS fue tan bueno, que el DONGUI se dirigió hacia nosotros y se la tragó a ella, a COLETTE, mientras yo corría dando gracias a DIOS, y todo eso valía la pena describirlo.

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